El arte paleolítico se divide principalmente en pintura y arte mueble. Su objetivo no era transmitir un mensaje, ya que el hombre dependía de la caza, y era nómada, por lo que pintaba con la idea de capturar el espíritu de los animales y domarlos, así asegurando su caza.
Las obras de Arte Rupestre más importantes están en las cuevas de Lascaux, y Rouffignac en Francia, Altamira en España, y Pech Merle en la Dordoña Francesa.
Este es un garbado en la cueva de Rouffingnac (20 000 años a. C) donde se representa a unos 50 mamuts marchando en procesión.
Esta es una pintura en la cueva de Pech-Merle (18 000 años a.C) de un caballo negro, en el cual aprovecharon un relieve de la pared para la cabeza, y manejan distintos colores, los cuales obtenian de las flores y la sangre. Los principales colores son el amarillo, café, rojo, negro.
El arte mueble fue de gran importancia, ya que el hombre en este tiempo era nómada. Venus de Willendorf es un ejemplo de ello, representa la fertilidad de la mujer. Fue hallada en la cueva de Altamira.
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